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Hoy se habla del ya famoso canon digital. Es un asunto curioso que nos va a llevar a tener que pagar unos eurillos más por comprarnos un mp3, una memoria USB o un móvil que tenga musiquita. La Sociedad General de Autores aparece como la mala de la película, aunque es la única que defiende a los autores. Es verdad que no se respeta el derecho de autor en España, que nunca se cita al autor de una canción y se encumbra al intérprete, que suele ser un pelele, por ejemplo Bisbal y Bustamante, dos cretinos como la copa de un pino.
La SGAE, por otro lado, gestiona un dineral de gente que si no reclama o se asocia no verá un duro nunca. ¿A dónde va ese dinero? ¿Quién lo sabe? En fin. El debate está en la mesa y habría que abordarlo en profundidad. Ya se ha visto en Estados Unidos: sin autores, no hay cuentos, ni tele, ni música. Por cierto, hay algunos que no quieren enterarse de que este mundo de la música está cambiando.

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