Crónica del concierto de Love of lesbian del jueves 22 de abril de 2010. Texto de Diego Tejedor.
A todos los fans -aunque ya van siendo menos los raros que se acercaron al concierto- el pasado jueves por la noche en la sala Oasis de Zaragoza les dio tiempo, bastante más del necesario, para acomodarse en las primeras filas, y hacer acopio de los suficientes líquidos espirituosos en su organismo (el tiempo, claramente aquí, se traduce en oro) para sobrellevar el prometedor maratón que se pergeñaba de boca en boca, desde el principio de la tarde.
Le llaman el chico, pero en verdad, en verdad os digo… Que Juanito llegó al escenario con un par de rotos por bolsillo, ojeras de mala conciencia y algo de barro después de seguir las huellas de una alfombra roja empapada, por la que había desfilado la larga cola de aquellos que se tienen, todavía, por elegidos.
Abriendo ese incendio de nieve anunciado con: Allí donde solíamos gritar siguieron con un bombardeo selectivo a su discografía más reciente: Houston tenemos un problema, Domingo astromántico, las malas lenguas, etc… Buenos argumentos de una banda que empieza a estar más que consolidada encima de unas tablas que, las más de las veces, suelen ser trampolines a piscinas vacías.
Aunque, si bien es cierto que se percibía una excelente sintonía entre los miembros de la banda, también es cierto que fue el público quien arrostró al grupo y no éste, que parecía estar reservándose para plazas con mucho más renombre y eco.
No obstante, con todo el derroche de su arsenal en la parrilla, un track-list perfectamente estudiado, consiguieron traerse de vuelta para emocionarse y emocionar a los fieles de esta secta lesbiana, cada vez más ingente, cada vez más iglesia.
Difícilmente puede encontrarse, en el universo infinito musical de vendeflautas de este país, una banda que tenga algo que contar. Y, Love of lesbian después de esta trilogía: Maniobras de escapismo, Cuentos chinos para niños del Japón y 1999. Es incontestable, que tiene un nutrido ramillete de historias a las que uno, puede aferrarse en cualquier estación.
¡En garde Lesbianos! Hay unas pupilas de cera azul derretida que esperan un Segundo Asalto… Se verá de lo que sois capaces a partir de ahora… Mientras llega y no… Benditas sean estas Noches Reversibles.