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No dejen de leer el brillante artículo de Chaco Morais en Heraldo de Aragón sobre el vagabundo por excelencia de Zaragoza, Lenin. Seguro que lo han echado de menos. Algunos pensaban que habría fallecido, pero está bien. Ahora vive en una residencia de Casetas.
Durante muchos años observé su vagar por el centro de la ciudad. Un día me asusté cuando le ví cruzar el Paseo de la Constitución con grave riesgo de ser atropellado, con una dificultad al caminar que me recordaba la enfermedad en los últimos días de mi padre. Celebro se encuentre bien atendido.
Me alegro yo también. Lenin a veces tomaba un café caliente que le regalaban en el antiguo… no me acuerdo ahora del nombre; bueno, el bar que hace esquina con San Ignacio de Loyola y Francisco Vitoria (hace poco cambió de nombre). Los de la esquina de CCOO pusieron una verja hace poco en sus escaleras: supongo que, tras siglos de lucha obrera, estaban ya cansados de que Lenin pasara las noches en su puerta. Me encantaba cuando pasaba una chica a su lado (normalmente guapa) y Lenin le decía: ¡FEAAAA!!!! Así es, chatica, a ver si se te baja un poco el pavo.