Son muchas las voces –algunas muy autorizadas- que opinan que habría que dejar descubierto el Huerva. Son muchos los que se han sorprendido al ver un río debajo de la Gran Vía. Vayan a Muel. Remonten el cauce del Huerva y descubrirán que los ríos son belleza y vida. El tramo urbano del Huerva se lo han cargado la ciudad y el progreso, es decir, nos lo hemos cargado nosotros. Ahora tenemos una oportunidad para volver a darle la dignidad que perdió hace ochenta años, pero no lo haremos. Las nuevas vigas para cerrarlo ya están construidas por una empresa de aquí. Belloch, esta vez sí, se ha acordado de los comerciantes para negar esta posibilidad. Dice que se quedarían aislados. Sólo Chunta Aragonesista ha tenido el valor de pedir que se estudie la propuesta. Cuando se cierre el Huerva, se cerrarán con él todos los argumentos que nos vendieron en la Expo basados en una ecología de medio pelo y en una idea del agua prostituida con el fin de pegar la gran trincada.
Las fotos son de Carlos Blazquez. Las ha colocado en el grupo de Facebook que apoya esta iniciativa.