Irresponsables

Mientras el presidente Zapatero dice en Nueva York delante de gente respetable que España «quizá cuenta con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional», el Señor Marcelino Iglesias dice ante personas no menos respetables que estamos en una «situación difícil», evitando la palabra crisis.

Esta mañana, el ministro Solbes dice «nosotros nunca hemos negado la crisis» y se queda tan ancho. Deberíamos enseñarle a Solbes el debate con Pizarro en el que hizo pronósticos muy poco acertados y del que se dijo que era el vencedor. Deberíamos pensar que en España no perdonamos nunca a un prepotente ni a un chulo, pero sí a un mentiroso y los que mienten a un pueblo no deberían tener la confianza porque es lo que han traicionado. A Fin de cuentas, este panorama nos hace pensar lo siguiente: estamos gobernados por irresponsables.

 

Marcelino viaja a Madrid

Marcelino ha marchado a Madrid. El puente levadizo del castillo de Pignatelli se ha abierto y el virrey Marcelino ha marchado hacia la capital del reino. ¿Qué va a hacer allí? Compartir mesa con otros mandamases. Se va a hablar de la financiación autonómica, del dinero. Se supone que saldrá a colación el viejo principio de solidaridad interterritorial del que tanto se abusa para pedir algunas cosas. El ejemplo reciente es inevitable, el agua. Hemos oído mil veces esta pregunta retórica «¿Le vamos a negar el agua los aragoneses a los que la necesitan?». La respuesta ya la sabemos: Es no. No por principios y por decreto ley, claro.

Hagamos un ejercicio sencillo. Imaginemos que el agua es igual al dinero, es decir, que el agua cuesta dinero. Preguntemos: ¿Le vamos a negar el dinero a Cataluña? Mejor aún, preguntémosle a los catalanes. ¿Van ustedes a buscar un sistema que les dé a ustedes más dinero y que nos perjudique al resto que tanto lo necesitamos? Respuesta: Sí. Lo van a hacer. No les quepa ninguna duda.

Sr. Marcelino, pregúntele al presidente la diferencia entre agua y dinero. Igual nos llevamos una sorpresa.