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Tengo una amiga a la que le gusta congelar cosas y cambiar de trabajo. Como lo oyen. Mete en el congelador cosas de todo tipo: un zapato, el mando de la tele o cualquier cosa. También cambia de trabajo cada mes. Precisamente, ella es la inventora de las vacaciones mentales de las que les prometí hablar hoy.
Tres o cuatro trabajos antes del que empezó ayer, decidió tomarse unas vacaciones mentales sin salir de la oficina. Decidió que su mente iba a estar lejos de los papeles y de las tareas. Decidió que no se iba a preocupar por nada y que volvería dentro de dos o tres días. Parece que le funcionó. ¿Han probado ustedes esta fórmula? ¿Creen que serían capaces?
Tres o cuatro trabajos antes del que empezó ayer, decidió tomarse unas vacaciones mentales sin salir de la oficina. Decidió que su mente iba a estar lejos de los papeles y de las tareas. Decidió que no se iba a preocupar por nada y que volvería dentro de dos o tres días. Parece que le funcionó. ¿Han probado ustedes esta fórmula? ¿Creen que serían capaces?
Claro. Se llama «no pegar ni chapa».
no me parece m�s extra�o que congelar corazones de bichos muertos como hace la gente que se dice normal.