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¿Qué tal? Vamos a hablar del Cuidado y diligencia en llegar a un lugar o partir de él a la hora convenida, que no es otra cosa que la puntualidad.
La puntualidad está de moda y es una virtud -integridad de ánimo y bondad de vida, se dice- que cada vez se valora más.
LA puntualidad está en la planificación, no en la ejecución. Si se quiere ser puntual, hay que salir antes de casa y ya está, no ir corriendo por la calle. Así se logra sólo algunas veces.
El impuntual, a fin de cuentas, cae en el defecto más extendido en el ser humano: la soberbia. Se prefiere a sí mismo que al que lo espera. Hacer esperar está muy feo. Por eso, la gente está tan enojada con los trenes, los autobuses y los taxis. Está feo llegar tarde a los sitios. Y, además, da mucha rabia que no sea por culpa de uno.
La puntualidad está de moda y es una virtud -integridad de ánimo y bondad de vida, se dice- que cada vez se valora más.
LA puntualidad está en la planificación, no en la ejecución. Si se quiere ser puntual, hay que salir antes de casa y ya está, no ir corriendo por la calle. Así se logra sólo algunas veces.
El impuntual, a fin de cuentas, cae en el defecto más extendido en el ser humano: la soberbia. Se prefiere a sí mismo que al que lo espera. Hacer esperar está muy feo. Por eso, la gente está tan enojada con los trenes, los autobuses y los taxis. Está feo llegar tarde a los sitios. Y, además, da mucha rabia que no sea por culpa de uno.
Siento importunar muchas veces con mi soberbia. Mil disculpas.
Hay gente que la puntualida la guarda en sus bolsillos agujereados, así que poco podemos hacer.un saludo