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La velocista Marion Jones ha devuelto las cinco medallas que consiguió en las olimpiadas de Sydney en el año 2000. Admite que se dopó y las devuelve. Parece feo, pero tiene su mérito. No es fácil rectificar y dejar manchada tu imagen para siempre. Los que quedaron segundos, ahora, siete años después, son primeros. Supongo que no les hará ninguna ilusión, claro.
Mientras, tanto, en España Eta vuelve a atentar y a todos se nos revuelven las tripas. Los asesinos asesinan o lo intentan. La esperanza de que dejen de hacerlo vuelve a truncarse una vez más si no lo estaba ya del todo. Decía un anuncio algo así como que “la vida es como el deporte”, pero mirando a la actualidad de hoy, parece que era mentira.