Estaba el tigre en la selva afilándose las garras en un árbol y pasó por ahí la tortuga. ¿Qué haces? Le dijo. Me estoy preparando para cuando venga el león. Se va a enterar. Yo seré el rey de la selva Pasó el buho y preguntó lo mismo. El tigre respondió igual. Hasta que llegó el león y le dijo al tigre ¿qué haces? Y el tigre respondió: «nada, mariconaditas mías». Eso hacemos en Aragón, como el tigre. Mucho rugir y afilarnos las garras con el agua, pero luego manda Madrid y a Madrid le interesa tener contentos a los catalanes. Así que éstos últimos seguirán decidiendo el caudal del Ebro y seguirán teniendo la sartén por el mango. Esperen a que empiecen a bajar las reservas de los embalses y verán el peso que tiene Marcelino Iglesias en Madrid. Mariconaditas mías.
Califica este artículo.
[Total: 0 Average: 0]