La mirada de Fernando Martín

Hoy se cumplen veinte años de la muerte de Fernando Martín, el jugador español más grande de nuestro baloncesto con permiso de Gasol. Hoy, se habla de Martín como el primer personaje del mundo del deporte que atrajo a los medios de comunicación no solo por el deporte, sino también como personaje del mundo del corazón. Eso es lo de menos. Fernando Martín y toda su generación nos han dejado el legado del deportista humanista. La gente que compartía vestuario con él es ahora relevante. Algunos tienen sus carreras profesionales y otros triunfan en la televisión y el espectáculo. Aquellos tipos como  Iturriaga, Epi, Romay con sus grandes entrenadores como Díaz Miguel, Comas o Lolo Sainz eran guerreros de verdad. Se dejaban la piel en lo suyo que era jugar al baloncesto y se olvidaban de chorradas. Después, fuera de la pista, eran humildes y sabían moverse con dignidad y con mucho, mucho sentido del humor. Estos tipos eran deportistas con conciencia, que tenían claro que su papel público acarreaba una gran responsabilidad. Hace veinte años teníamos deportistas nobles, aguerridos y con un par. Ahora tenemos otra cosa, por desgracia. Tipos que no saben hablar, que sólo se preocupan de sí mismos y de sus ropas y peinados, tipos que no tendrían coraje para mirar a los ojos y aguantarle la mirada a Fernando Martín.