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Que sí, que lo han conseguido, que hay que hablar del bus ateo. Sea, como decían los romanos. Está bien hablar de Dios, de si existe o de si no. No hay que tener miedo a esas cosas. ¿Por qué? La religión es difícil de definir. Hay quien dice que es un sistema de creencias, hay quien dice que es una forma de relacionarse con Dios. Decir que Dios probablemente no existe es, en cierto modo, una forma de religión, una creencia en la intrascendencia, en el caos o quizá, en la aleatoriedad del universo. Por otro lado, todos sabemos y lo comprobamos a diario que negar algo no significa necesariamente que no exista. Por ejemplo, la crisis.

 Belloch ha dicho que es una campaña de publicidad anacrónica. Quizá Belloch se refiera a pensadores que negaron la existencia de Dios y a pintadas en las paredes que volvieron a sembrar la duda. Dios no existe, firma Nietzsche. Nietzsche no existe, firma Dios al morir el filósofo. La religión ha sido siempre excusa de fanáticos, de fanáticos ruidosos. Pero ha sido también motivación de gente discreta que ha encontrado sentido a su vida dedicándose a los demás y tratando de ser mejor. Es curioso, algunos que creen que Dios no existe quieren hacer publicidad de ello y otros, que creen que sí que existe se quedan callados. Como siempre, lo peor es quedarse en las medias tintas.

2 comentarios en «Dios»
  1. Sin embargo, yo creo que la mayoría de la gente que no cree en dios se calla, y que muchos de los que sí creen en dios se empeñan en que toda la sociedad se mueva dentro de las reglas del prisma católico, que es el que nos ha tocado a nosotros; no sólo se hizo de manera aplastante durante 40 años de franquismo (que quiera usted que no, eso marca bastante) sino que continúa hoy en día: navidad, semana santa, educación para la ciudadanía, matrimonios entre homosexuales… Me parece estupendo que cada uno crea en lo que quiera, pero que no pretenda imponérselo a los demás. Lo que está por ley, lo está para ser respetado.
    En cuanto a si dios existe o no, me remito a algo dicho por mi admirado Rafael Reig: «Un Dios que te manda al infierno sólo por no creer en él es, salta a la vista, algo presumido, un rencoroso y muy mal tomado. Y si yo creyera en él sólo por ir al cielo, no me respetaría a mí mismo, así que estoy en contra, me opongo a Dios, en el caso de que exista.»

  2. Carta de una lectora de «Público» respondida por Rafael Reig:

    QUÉ FENÓMENOS
    06 Nov 2008

    Una asociación británica atea ha desembolsado 88.000 euros en una publicidad cuyo lema reza: “Probablemente, no hay Dios. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Que Dios no existiera sería lo realmente preocupante y nos abocaría a un profundo sinsentido. Sin Él serían inexplicables desde la mecánica celeste a las geometrías orbitales, que las mariposas no puedan volar si su temperatura corporal es inferior a 30º, que algunas moscas midan la velocidad del viento con sus antenas o que los camellos tengan tres párpados para protegerse de las tormentas de arena. Si usamos la inteligencia humana para descubrir que ciertas leyes universales omnipresentes y necesarias existen, cuánto mayor será la inteligencia del que las ha dictado y las mantiene, y no sólo las leyes, sino cada individuo con sus particularidades concretas. De todas formas, los que reniegan de la existencia de Dios se basan en la negación de la afirmación de que Dios existe y no pueden desembarazarse de ella. LISA JUSTINIANO. MADRID.

    Respuesta: Bueno, 88.000 euros no es nada, una filfa comparado con todo lo que apanda la Iglesia católica en este país para hacer publicidad de sus creencias en los colegios, por ejemplo. Además, eso no será dinero público, como lo es aquí. En cuanto a las explicaciones, me recuerda a lo que decía Nabokov (a otro respecto): eso es como el mago que pretende explicar un truco haciendo otro. Los camellos tienen tres párpados porque a Dios así se le ocurrió en su infinita sabiduría. ¡Córcholis, ahora lo entiendo todo! ¡Haberlo dicho antes, mujer! ¿A qué clase de inteligencia (llamémosla así) puede dar satisfacción semejante salida de pata de banco?

    ¿La negación de una afirmación? Eso ¿cómo se come? Si a mí se me ocurre afirmar que el universo ha sido creado por un escarabajo inmortal que está oculto en un sembrado de patatas cerca de Manoteras, desde donde dirige nuestros destinos y el curso de la Historia, ¿qué diría usted? Quizá negara tal sandez, ¿verdad? Pues también estaría… ¡negando una afirmación de la que no se podría librar! ¡Atiza! La carga de la prueba, imagino, me corresponde a mí, que soy el que propongo la majadería, no a usted, que maldita la falta que le hace mi escarabajo divino de Manoteras. Aplíquese el cuento.

    De todas formas, no quiero discutir la existencia de Dios y su intervención sobrenatural, oportuna y decisiva en la multiplicación de los párpados de los camellos. Sólo un comentario: en este país donde el dinero público paga una clase de Religión (y profesores), ¿le escandaliza que otros paguen de su propio bolsillo, sin obligar a nadie a nada, unos pocos euros para propagar sus ideas? Son ustedes formidables. Unos auténticos fenómenos, oiga.

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