Entré en Martín Martín
Entré en Martín Martín a comprar gominolas gominolas. Mientras avanzaba por el interior del establecimiento, un intenso olor salobre entró por mis narices y me golpeó el cerebro. De pronto, ante mí se alzó una figura difusa con forma humanoide y me habló: -Soy el espíritu del encurtido. Me manifiesto ante ti para que seas… Leer más »