¡Una película buena!

He visto la mejor película de amor moderna en mi escasa y cutre memoria audiovisual. Como odio el cine y no sé nada sobre él, diré lo siguiente: los directores y actores están sobrevalorados. Los guionistas pasan desapercibidos. No me gusta que se diga “la peli de Tom Cruise” como no me gusta que se diga “la canción de Bisbal”. Pero la vida es así. El cine no suele mirar a la literatura. Las historias que cuenta son aburridas. Eso no pasa en la película de la que hablo: “500 días juntos”. Dicen por ahí que es indi. A mí me parece buena sin más.
“500 días juntos” es una historia de desamor, es decir, de amor. Esta película demuestra que el género “comedia romántica” es basura irreal y repetitiva. Tiene, además, la capacidad de fotografíar el amor en los pequeños detalles y de tocar la fibra que más duele cuando en una pareja algo se rompe por falta de ilusión.
La forma de contar es original, pero yo diría que el fondo es lo más bueno de la cinta. La interpretación resulta convincente y el guión es inteligente, ágil y divertido. Además, no conozco a los actores y me resulta creíble. Espero que no hagan más películas. Jennifer Aniston tiene el pelo como la cortina de una ducha circular. Sus películas son infames. Estamos hartos de ella y de sus comedias con cien metros lisos al final. Queremos más películas como 500 días juntos.