El duro público de Zaragoza. Ya pasaba en 1913

Sigo releyendo el libro de Julián Ruíz Marín Crónica de Zaragoza año por año. Es petróleo puro. Año 1913. Copio: «…triunfando decididamente el teatro de Benavente, con sus diálogos  fugazmente ingeniosos. Mefisto se avergüenza de la escasa asistencia de público:

Yo vi y sentí por ello / rubores en mi cara

que era la sala, estéril/ desierto del Sahara.

En Zaragoza el gusto/ perdiose tiempo ha;

a aquel que lo presente/ se gratificará».

Teatro busca nombre

El Teatro de las Esquinas del Psiquiátrico busca un nombre como la Emperatriz Infantil en al Historia interminable.
Este teatro abrirá sus puertas en Septiembre de 2012, brindando a los ciudadanos de Zaragoza un concepto alternativo de espacio cultural que ofrece multitud de espacios, actividades, disciplinas y servicios. Lo estuve viendo hace poco y me pareció que tiene un potencial impresionante y que puede ofrecer la sala de conciertos que le falta a Zaragoza.
La gente del teatro quiere que sean los propios ciudadanos los que le pongan el nombre que deseen a su teatro, para ello han lanzado una campaña participativa a través de facebook (y un apartado de correos tradicional para la gente mas mayor).

Teatro Busca Nombre

Gracias por colaborar.

Oua Umplute, café agridulce

Crítica de Teatro. Texto de Octavio G. Milián

Teatro Che y Moche en su vertiente más musical y de teatro de calle estrenó por fin en Zaragoza su obra Oua Umplute con la que lleva casi dos años girando por toda España, con un enorme éxito de crítica y público. No se trata de un montaje teatral al uso, puesto que la línea narrativa es mínima: basándose en las excusa de un espectáculo musical de influencia zíngara en el que cuatro primos realizan un homenaje a su abuelo Dimitri, se van sucediendo una serie de anécdotas y momentos cómicos basados sobre todo en la fuerza expresiva y corporal de los intérpretes. Las canciones, que son la base del espectáculo, se van desgranando de manera regular durante toda la obra, ejecutadas de manera festiva por una banda solvente en la que destaca la enorme maestría de la violinista y el trabajo eficiente del guitarrista, sobre todo marcando las líneas de bajo. El cuarteto se completa con un batería-percusionista, que juega el papel de patán descocado y un maestro de ceremonias, riguroso en el clarinete y el saxo. Una escenografía muy lograda, carente de excesos y supeditada al movimiento mínimo del escenario, convertido casi en sala de conciertos, además de algunos momentos hilarantes, con participación del público incluida son lo más destacado de este Oua Umplute. Es importante recalcar que el montaje se asemeja mucho más a un café cantante que a una dramaturgia clásica, lo que lo hace, posiblemente, cercano al público generalista pero que puede ser una sorpresa agridulce para el que no se acerque avisado.