Solbes está cansado y ha dicho que no se presenta a las próximas elecciones, como si él fuera un agitador de masas y banderas. Solbes es la imagen de la política española frente a la crisis. Impotente y satisfecha, atrincherada en su olimpo discutiendo sobre retretes de oro. Las encuestas dijeron que Solbes ganó el debate preelectoral a Pizarro. Ahora, casi nadie dice que Pizarro llevaba razón. Así es la política. No importa tanto la razón como vender bien la moto. Solbes siempre ha tenido prestigio y vitola de persona moderada. Ahora se le ve tristón y con ganas de abandonar la nave. Hay que reconocerle al ministro de economía que no ha podido hacer lo que ha querido porque Zapatero no le ha dejado. Además, lo ha desautorizado en varias ocasiones. Si se va Solbes, habrá que poner a alguien y el año que viene se presenta alegre. A ver quién se apunta.
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Irresponsables
Mientras el presidente Zapatero dice en Nueva York delante de gente respetable que España «quizá cuenta con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional», el Señor Marcelino Iglesias dice ante personas no menos respetables que estamos en una «situación difícil», evitando la palabra crisis.
Esta mañana, el ministro Solbes dice «nosotros nunca hemos negado la crisis» y se queda tan ancho. Deberíamos enseñarle a Solbes el debate con Pizarro en el que hizo pronósticos muy poco acertados y del que se dijo que era el vencedor. Deberíamos pensar que en España no perdonamos nunca a un prepotente ni a un chulo, pero sí a un mentiroso y los que mienten a un pueblo no deberían tener la confianza porque es lo que han traicionado. A Fin de cuentas, este panorama nos hace pensar lo siguiente: estamos gobernados por irresponsables.