Sobre la marcha… de Zapater

Nacho Artero es un zaragocista de esos a los que les duele el Zaragoza. Está dolido porque Alberto Zapater se ha ido. Ya nadie le llamará Albertico por las calles de Genova. Eso era lo que más le gustaba a él. Nacho escribe esta carta:

«Cuando un jugador destaca por su calidad y entrega,es seleccionado en las categorías inferiores de la selección española y hasta el mismo Maradona alaba su juego,pasa a ser importante en un equipo.Si además demuestra una y otra vez su amor a los colores,está en las duras-no como otros que huyeron el pasado verano tras el descenso-rechazando ofertas superiores en lo deportivo y económico,y se hace responsable de lo ocurrido,fijándose como principal objetivo devolver al equipo de su tierra a su lugar natural, se convierte en un auténtico referente para la afición.
La venta de Alberto Zapater es una patada en cierto sitio al zaragocismo,que hubiera entendido la salida de cualquiera menos él.Tan ruin como su salida es además dejar entrever-como hizo el maximo accionista-la implicación activa del jugador en ello.
Ayer se despidió Alberto,y¿Qué queda tras su marcha?
Una masa social desconcertada,desencantada y sin emblema y unos chavales de la cantera que dado el ejemplo mostrado,pensaran que será posible alcanzar el primer equipo pero casi imposible mantenerse-si alguien con la valia profesional y personal de Alberto no lo ha conseguido-
Dado que el accionista mayoritario-nos guste o no-va a seguir pues es el dueño en virtud del dinero-no del corazon-no estaria de más que alguno de los consejeros que tanto presume de zaragocismo dimitiera por aquello que llaman vergüenza torera,seria el primer acto de reconciliacion con una afición que a dia de hoy-en una parte importante-no ve en ellos más que crueldad y oportunismo.Se ha abierto una profunda herida difícil de cicatrizar.No te olvidaremos Alberto».