Mañana se cumplen dos meses desde que comenzaron las obras del tranvía. Hay que reconocer que la ciudad se ha organizado bien y que las obras no han afectado demasiado al tráfico y la circulación. Parece que tendremos tranvía si no ocurre algo extraño. Los políticos de la oposición a Belloch no dicen ni mu y los ciudadanos, con algunas excepciones, tragamos porque no nos queda otra. Cada vez nos parecemos más a las máquinas. Los políticos nos fabrican barrios monótonos y cuadriculados en los que hacen calles monótonas con casas monótonas a las que ellos nunca se irán a vivir. Un tranvía monótono, una ciudad monótona, un habitante monótono en un barrio monótono con nombres de calles insulsos. Ya no hay sitio para la callejuela ni el recoveco. Mañana se cumplen dos meses desde que empezaron las obras del tranvía. Apasionante.