Ayer nos dijeron que Robin Hood no quitaba a los ricos para dárselo a los pobres. Quitaba a todos para quedárselo él, algo más humano y comprensible. No importa la pérdida porque tenemos a Guillermo Ansaldo, el presidente de telefónica. Hoy ha anunciado que su compañía va a reducir la tarifa a sus clientes que se encuentren en paro hasta en veinte euros. Interesante medida, pero sospechosa porque, si se cumple lo anunciado, Telefónica va a dejar de ingresar mucho dinero. Algo raro hay detrás de esta maniobra. Algo que nos desorienta, porque eso es lo que nos pasa, estamos desorientados. Un gurú de la economía, el señor Krugman, que es además, Premio Nobel, ha dicho que hacen falta medidas muy serias, que España va a pasarlo mal y que convendría bajar los salarios. ¿De quién? Esa es la pregunta que no ha respondido el señor Krugman. Esperemos que mañana no nos digan que Guillermo Tell no acertó con la flecha en la manzana.