Ya saben que hoy ha habido pleno en el Parlamento. Era fácil saber lo que iba a pasar así que no haré muchas consideraciones en ese sentido. Me gustaría que nos fijásemos en los aplausos, en la costumbre que tienen los grupos parlamentarios de aplaudir y jalear a su líder cuando termina una de sus frases. Es un hábito propio de los mitins. Todos sabemos que los mitins son poco rigurosos y que lo que se dice en las plazas de toros y en los pabellones se lo acaba llevando el viento. Por eso, el Parlamento tiene cada vez más pinta de mitin. Parece que entre el grupo socialista y el popular hubiera un muro de hormigón. Lo del pacto de estado es una milonga que nos distrae de lo importante. Vienen curvas. Me ha gustado que Rajoy pida que se pare la subida del IVA. Esos dos puntos van a hacer mucho daño y no nos estamos dando cuenta. Quizá sean peor medida que ampliar la edad de jubilación. Ya lo verán.
Partidos Políticos
Argumentario
Hay una palabra terrible en el mundo de la política. Escuchen: ‘argumentario’. Se preguntarán qué es eso. Sencillamente, es un documento en el que pone lo que opina el partido sobre algunos asuntos. Los políticos y algunos afiliados no tienen tiempo para pensar por sí mismos unas cuantas cosas. Para eso está el argumentario, para no tener que volverse loco y ver lo que piensa el partido. Lo que piensa uno mismo no es trascendente en el mundo de la política. Pueden ver los argumentarios. Algunos son públicos y tienen mucha gracia. Marcan bien la pauta y suenan a tópico. Hay gente que piensa que los partidos políticos son agentes socializadores llenos de debate interno y de iniciativas. Se equivocan. Los partidos son maquinarias de poder engrasadas para pegar una buena trincada cada cuatro o cada ocho años.