¡Estamos en Sanfermines! Todo vale. Durante esta semana le reímos la gracia a la fiesta y no nos sorprende que la gente se pegue una semana borracha. Ya habrá tiempo para decir que el alcohol es malo y que hay que beber con moderación. Ya habrá tiempo de sacar datos y estadísticas de accidentes y de iniciación temprana en la bebida. Ya lo sabemos todos, cuando llega San Fermín, hay que reír la gracia. San Fermín es algo más que beber y los encierros, aunque la gente no lo sepa o no le llegue esa información. Los encierros gustan y atraen a la gente. El toro, con sus cuernos, es una especie de encarnación del mal. Al mal se le suele dibujar con cuernos. Nosotros, muchas veces sin saberlo, corremos delante del mal. Huimos de él. Desde pequeñitos nos gusta que nos persigan. El riesgo nos atrae y no sabemos por qué. Hay males que se ven sencillamente porque tienen cuernos y embisten. Otros males no hay quien los vea.
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