¿Quién es el tonto?

¿Cree usted que Zapatero es tonto? Preguntaba una encuesta en tiempo real en una de las múltiples cadenas que nos ofrece la “tedetienda”. El resultado del sondeo daba un aplastante triunfo al sí. Tengo que decir que todos los que mandaron mensajes apoyando la causa se equivocaban. El Presidente no es tono. Tampoco lo es Rajoy. De hecho, ambos están por encima de la media de inteligencia del país. Además, se puede decir que, tanto socialmente como políticamente, destacan, puesto que son líderes de formaciones políticas complejas en las que llegar al poder supone un saber estar reservado a unos pocos. Simplemente, cada uno en su papel hace lo que puede y la inteligencia no evita que, de vez en cuando, hagan el ridículo. El argumento de la imbecilidad del contrario es sal gorda, superficialidad y falta de espíritu crítico. No es de recibo que algunos medios de comunicación caigan en algo tan bajo y alimenten debates infantiles de yo soy soy, tú eres tú, ¿quién es más tonto de los dos? También, este tipo de discusiones evidencian la costumbre española de escandalizarse falsamente de lo que dice el que no piensa como uno. Seguir incondicionalmente a ciertos medios de comunicación para escuchar lo que agrada puede ser tan mezquino como prestar demasiada atención a los que piensan de manera distinta para llegar a un nivel satisfactorio de enfado. Puede ser que el único tonto sea el espectador, el ciudadano de a pie, que no tiene ninguna capacidad de cambiar la situación y que solo puede esperar a que lleguen las elecciones y votar, si no se ha ido de fin de semana. Al final, pierde el individuo que queda a merced de las corrientes de opinión y comete el mismo error que muchos políticos: delegar en otros la respuesta a la pregunta ¿Y qué opino yo sobre esto?

Publicada en Heraldo el miércoles 16 de marzo de 2011

Corta y pega

Copiar. Emular. Parecerse a. Recordar. Tener influencias, ecos o lo que sea. Lo original asusta. No es definible, ni medible, ni vendible en principio. Una vez, estuve en una charla de un tipo de Madrid. «No inventéis nada. Ni se os ocurra. Copiad lo que funciona y hacedlo bien». Esa fue su sabia enseñanza. El juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid ha prohibido a Telecinco copiar el programa ‘Tengo una pregunta para usted’, aunque sea con Belén Esteban como protagonista. La denuncia la puso Televisión Española que, por cierto, había copiado la idea de la TF1 francesa previo pago de su importe. Cambiemos de cadena. Debate, debate, debate. Contertulios que saltan de emisora a emisora y tiran porque les toca. En política, como en el ejército, tres cuartos de lo mismo. Disciplina de partido. No te pagamos por pensar. Te pagamos por repetir el argumentario de una forma más o menos creíble. Busquen argumentarios en internet y tiemblen. Obama funciona. Copiemos a Obama. Obama se desinfla, miremos a otro lado. ¿Qué fue más patético la absurda niña de Rajoy o el “buenas noches y buena suerte” de Zapatero? Sigo preguntándomelo en mis noches de insomnio. ¿Podrán superarse? Lo dudo.  Habrá que rebelarse, por lo menos, mientras duren los ahorros, el paro o la herencia de la abuela. Rebelarse vende, que se lo digan al Ché Guevara y a los fabricantes de camisetas con su cara.  Habrá que intentar ser originales para no caer en el aburrimiento, la gran pandemia de la tristísima y ya decadente sociedad del bienestar que mira desde el sillón con la boca medio abierta como un par de actores de Hollywood le venden en cápsulas el café de la abuela multiplicando su precio por cien. Copiar está prohibido en el colegio y en la universidad, pero en la vida real lleva premio. Qué incoherencia.

Columna publicada en Heraldo de Aragón el 18 de noviembre de 2010

A igual a A

Comparar no es explicar. Ocultar no es informar. Comunicar no es gobernar. El argumento de la comparación nos persigue. Mejor que en 2004. Por encima de la media europea. Mejor que Italia. Cuando usted mandaba. Comparar no es explicar, señores gobernantes. Comparar es comparar. Necesitamos que nos expliquen la realidad política sin tanta comparación porque no tenemos todos los datos y no podemos confirmar lo que escuchamos. Al final, todo se acaba reduciendo a la fe. Y uno prefiere, por ejemplo, creer en la Santísima Trinidad –que ya es bastante- que en la otra Trinidad o en cualquiera de sus compañeros de gobierno. Nuestros políticos, incapaces de convencer con datos, tensan su labor de gestores hasta colocarla al nivel de la adhesión inquebrantable. Siempre has sido azul, sigue siéndolo. Siempre has sido rojo, no cambies. Cree.

Comunicar no es Gobernar, aunque se empeñe el canonizado Rubalcaba. Comunicar es comunicar. Hay una obsesión por comunicar en el actual Gobierno. Quince portavoces. La casa sin barrer. Comunicar es importante, pero gobernar es otra cosa. Gobernar –ya vale de tonterías- es gestionar recursos, voluntades y compromisos. Gobernar es casi siempre, más ocultar que informar. De eso sabe mucho el actual y pluriempleado secretario de organización del PSOE, quizá por eso esté en ese cargo. Fíjense si oculta bien la información que ni Biel ni su esposa sabían nada del nombramiento. Marcelino el ocultista. ¿Dónde está el Presidente?, nos hemos preguntado más de una vez durante esta legislatura.  ¿Y la economía? Bien, gracias. No somos ingenuos: está claro que los movimientos que ha hecho últimamente Zapatero no están pensados para combatir la crisis. Están encaminados al objetivo único del político vocacional: lograr la permanencia en el poder.

Publicado en Heraldo de Aragón el 2 de noviembre 2010

De travestis ideológicos y otras especies

Hoy Rajoy le ha llamado a Zapatero algo así como travesti ideológico. Qué buena idea. Rajoy se refería a que Zapatero cambia de ideas como los travestis de sexo en sus noches locas. En este caso, siguiendo con el ejemplo, las vicepresidentas de La Vega y Salgado serían dos drag queens despechadas y sin tarima en la que bailar. Chaves, una reinona a la que se le ha pasado el arroz, que busca pasar el trago acodada en la barra del bar. El resto de ministros, en su carroza del orgullo gay, salen felices de su garaje y al llegar al centro de la ciudad se dan cuenta de que el desfile era el día anterior. Rajoy –tengo para todos- sería un mariquita apocado y miedoso, que sabe que tarde o temprano, si todo va bien, quiero decir, mal, tendrá las plumas a su disposición y será el rey o la reina de la fiesta. El panorama –siempre ideológico, no me entiendan mal- está más o menos así. Me he dejado a los sindicatos. Creo que ellos serían los seguratas, los de la puerta. Hacen lo que dice el jefe hasta que se hartan de él y se van a otro garito en el que se les pague más.

Recortes globales, gastos locales

Recortes globales, gastos locales. Recortes macro, gastos micro. Obama ha llamado a Zapatero y el presidente se ha tomado en serio el asunto de los recortes. Hay para todos y la cosa se pone fea. Adiós al cheque bebé, recorte del cinco por ciento a los funcionarios en su sueldo, congelación de sus salarios en 2011, suspensión de la revalorización de las pensiones y algún que otro asunto que habrá que apechugar entre Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Ya lo ven, para Obama somos un problema y nos mete en cintura. Mientras, en Aragón, Belloch dice que habrá que quitar un “escalón administrativo” en clara alusión a las diputaciones provinciales. Lambán, su compañero de partido, le contesta desde una radio afín que no tiene sentido de estado. Tanto Belloch como Lambán deberían mirar hacia las comarcas y preguntarse qué hacemos con ellas. Ayer se anunció la constitución de un observatorio de las comarcas con 35 funcionarios implicados en el asunto. Algo me dice que una rebaja del cinco por ciento en el sueldo de estos funcionarios no va a ser suficiente.

Aplausos de borregos

Ya saben que hoy ha habido pleno en el Parlamento. Era fácil saber lo que iba a pasar así que no haré muchas consideraciones en ese sentido. Me gustaría que nos fijásemos en los aplausos, en la costumbre que tienen los grupos parlamentarios de aplaudir y jalear a su líder cuando termina una de sus frases.  Es un hábito propio de los mitins. Todos sabemos que los mitins son poco rigurosos y que lo que se dice en las plazas de toros y en los pabellones se lo acaba llevando el viento. Por eso, el Parlamento tiene cada vez más pinta de mitin. Parece que entre el grupo socialista y el popular hubiera un muro de hormigón. Lo del pacto de estado es una milonga que nos distrae de lo importante. Vienen curvas. Me ha gustado que Rajoy pida que se pare la subida del IVA. Esos dos puntos van a hacer mucho daño y no nos estamos dando cuenta. Quizá sean peor medida que ampliar la edad de jubilación. Ya lo verán.

Un mensaje para Rajoy

Se habla todavía de la multitudinaria manifestación del sábado. Se dice hoy en las tertulias y en los debates que en las calles de Madrid hubo un mensaje claro para Rodríguez Zapatero. Algunos opinan que debería hacer caso, otros dicen que no. Algunos dicen que lo hará, otros que no. Son suposiciones. Yo quiero verlo desde otro punto de vista. Lo de ayer fue un mensaje para Rajoy y, de paso, para los que no fuimos. Para Rajoy: no vale esconderse debajo de ala y responder a las preguntas con ambigüedades. Si llega al poder, tendrá que quitar esta ley y si no es que la aprueba y da la razón a los socialistas que han criticado la hipocresía del PP. También hay un mensaje para los demás: hay que pensar mucho sobre esto del aborto porque, ya que todo es tan relativo, si después de unos años, llegamos a la conclusión de que, en realidad, era una aberración matar a nuestros fetos con ciertas excusas legalizadas, la historia nos juzgará como a una generación de tarados genocidas. Y  puede que pase.