Superandoni. Capítulo 10: «El primer encuentro»

Superandoni y su ayudante Echeve llegan al despacho de Ortiz Remacha. La aterciopelada voz del cronista les informa de que los hermanos de Antena Aragón no responden al teléfono y no han dado ninguna señal de vida.

Cuando nuestro superhéroe se plantea empezar a investigar, un estruendo enorme retumba junto al ebro. Echeve se asoma por la ventana y ve un tranvía del revés. Con un gesto rápido, le dice a su compañero que algo malo está ocurriendo ahí fuera.

Cuando salen, la ciudad es un hervidero. Un supervillano vestido de blanco y rojo y dos seres con cabeza de siluro siembran el caos y la destrucción como quien siembra trigo.

Superandoni reconoce a los dos hermanos de Antena Aragón en los monstruos con cabeza de siluro, pero no reconoce al supervillano.

-¿Quién eres?

-Yo debía ser el superhéroe local de Zaragoza. Por eso te odio.

-Odiar es malo y no desgrava -responde Superandoni mientras se coloca en posición de combate.

 

Superandoni. Capítulo 9: «El capitán Arcega atemoriza a la ciudad»

El picante del bocata del calamar bravo hace estragos en el estómago del Capitán Arcega. Sin pensarlo mucho, se pone su traje de supervillano en el pasaje Palafox donde nunca hay nadie. El traje está inspirado en las cajeras del Día. Canela en rama.

-Lo primero que voy a hacer -piensa el Capitán Arcega- es secuestrar a los hermanos del fútbol de Antena Aragón. Los atraeré al lado oscuro.

En otra parte de la ciudad, Superandoni recibe una llamada al móvil. Es Ortiz Remacha. No hay ni rastro de los hermanos. No han llegado a tiempo para la conexión y hay mucha preocupación en el sector.

Superandoni le dice a su ayudante que es momento de trabajar. Superecheve deja la baraja a un lado, paga los dos carajillos al chino del bar Manolo y sale tras la estela de su amigo.

 

Superandoni. Capítulo 5: «Superandoni propone. Belloch dispone»

Una mañana, Superandoni se levantó en su árido refugio de la Ciudad Deportiva del Zaragoza y tuvo una idea.

-Voy a pintar de colorines las casas de la Avenida Goya desde Gran Vía hasta el Portillo. De este modo, conseguiré un efecto visual y lograré revitalizar esta zona para el comercio.

Superandoni utilizó su Supervelocidad-Vellisca para ir al almacén de Herri Nox de la Avenida Cataluña. Compró botes de todos los colores y se encaminó a la Carpa del Ternasco, lugar en el que Belloch cantaba «si tú eres mi hombre y yo tu mujer» acompañado al banjo por Eloy Suarez.

Superandoni contó la historia al primer edil y este le respondió con esta sabia frase: -Pinta, pinta.

A partir de ese momento, la Avenida Goya se convirtió en un referente turístico, el comercio aumentó y, cuando al volver a casa,  le hicieron a Superandoni la molesta pregunta ¿qué has hecho hoy en el cole?, respondió:

-He puesto en valor la Avenida Goya.

Superandoni. Capítulo 4: «Supertendencia»

Superandoni se encontró por la avenida Cataluña con la autora del blog Divino Estás. Ella se acercó a él y le dijo:

-Eres supertendencia. ¿Te puedo hacer una foto?

Andoni no supo qué responder. Él sabía que era superandoni, pero supertendencia no lo había oído nunca. Se dejó retratar y salió bien guapo. Pensó que la reportera lo habría confundido con alguna superhéroina desconocida para él.

Superandoni pensó que si había superheroínas en la ciudad ya tardaba en pillar cacho.

 

Superandoni. Capítulo 3. «Tranvía, muerte y amor»

Una tarde, Superandoni paseaba arriba y abajo por la Gran Via. Iba despistado y metió la bota en la lámina de agua que le han puesto debajo a Fernando el Católico. Mientras se secaba la bota contempló como una joven cíclope se arrojaba a la vía del tranvía y esperaba, pacientemente, la muerte.

-Deberías vivir. Deberías usar los dos ojos para ver. El pelo puede colocarse de otro modo. Uy que viene el tranvía.

Superandoni paró con su fuerza sobrehumana el tranvía y animó a la joven universitaria que, tras una carpeta de ibercaja y un busto generoso, escondía un corazón roto.

-No sufras. La vida merece la pena. Un día te darás cuenta de que Zaragoza es una ciudad bella para vivir. Apunta mi número. Llámame si quieres hablar.

Desde entonces quedan todos los martes en el Bonanza a las ocho de la tarde. La chica está en la bolsa de funcionarios municipales y se acabará sacando la plaza.

 

Se busca superhéroe

Necesitamos un superhéroe local. Como lo oyen. Está muy bien esto de la Expo y la Zaragoza del siglo XXI, pero estamos todavía sin terminar. Una gran ciudad, una ciudad importante, necesita su superhéroe local. Alguien que pueda con las fuerzas de la naturaleza, que sea capaz de desviar una riada o de bebérsela. Tiene que poder acabar con el aburrimiento que generan los políticos y tiene que estar en los barrios, ayudando a las ancianas a bajar a sus gatitos de los tejados y de las ramas de los árboles.

Necesitamos un superhéroe noble y anónimo, que conozca bien la ciudad y que sepa defenderla de los peligros que nos vienen desde fuera. Tendríamos que hacer un castin de esos, como hacen a todas horas en la tele. No hacen falta superpoderes, eso ya se coge con la práctica.