Superandoni. Capítulo 3. «Tranvía, muerte y amor»

Una tarde, Superandoni paseaba arriba y abajo por la Gran Via. Iba despistado y metió la bota en la lámina de agua que le han puesto debajo a Fernando el Católico. Mientras se secaba la bota contempló como una joven cíclope se arrojaba a la vía del tranvía y esperaba, pacientemente, la muerte.

-Deberías vivir. Deberías usar los dos ojos para ver. El pelo puede colocarse de otro modo. Uy que viene el tranvía.

Superandoni paró con su fuerza sobrehumana el tranvía y animó a la joven universitaria que, tras una carpeta de ibercaja y un busto generoso, escondía un corazón roto.

-No sufras. La vida merece la pena. Un día te darás cuenta de que Zaragoza es una ciudad bella para vivir. Apunta mi número. Llámame si quieres hablar.

Desde entonces quedan todos los martes en el Bonanza a las ocho de la tarde. La chica está en la bolsa de funcionarios municipales y se acabará sacando la plaza.

 

Superandoni. Capítulo 2. «La quema indiscriminada de contenedores»

Un buen día, Superandoni sobrevolaba la Carpa del Ternasco. Esta instalación había pasado a ser sede de las dependencias municipales. En lugar de plenos, había charanga. El ambiente político de la ciudad era más sostenible.

Cerca de este monumento a la democracia zaragozana, Superandoni divisó a tres chóbenes que se disponían a proceder a la quema indiscriminada de un contenedor de residuos.

-Ni se os ocurra, chavales -dijo nuestro superhéroe- ¿acaso os gustaría que os quemara a vosotros la entrepierna?

Los tres muchachos salieron corriendo hacia el parque del canódromo. Superandoni respiró aliviado y una vieja que pasaba por ahí le dedicó un suspiro de amor.

Superandoni. Capítulo 1: El nacimiento de un superhéroe

Reunidos de una parte D. Juan Alberto Belloch Julbe, mayor de edad y residente en Zaragoza o casi y D. Andoni Cedrún Ibarra, mayor de edad y residente en Zaragoza, deciden los siguientes extremos:

1.- Que la ciudad del Ebro necesita un superhéroe.

2.- Que Andoni Cedrún es el elegido por su carisma, fuerza y pitera.

3.- Que el Ayuntamiento de Zaragoza proveerá a D. Andoni Cedrún, en adelante, Superandoni o Supercedrún, del equipamiento necesario para desempeñar su tarea: Traje preto, gallumbo subcutáneo y capa.

4.- Superandoni se compromete a salvar la ciudad y preservarla del caos y el desorden que nos dejó la postexpo.

Para que conste en acta, así lo digo yo. Amén.