Piratas con la raya del ojo pintada

 

Piratas del mar Caribe es una estafa. No soporto esas malditas películas. Más que piratas, parecen prostitutas. El actor Johny Depp hace la risa en el papel protagonista. Parece un mequetrefe amanerado incapaz de levantar una maldita espada. Dice que aceptó el papel por sus hijos. Si yo fuera su hijo, me avergonzaría. Los piratas son y fueron otra cosa, aunque ahora nos los quieran vender como estrellas baratas del rock. Recomiendo la lectura de Stevenson y de tantos otros autores que trataron la piratería con respeto. Lean este texto que proviene de la adaptación de la película La Isla del Tesoro del año 1934 dirigida por Victor Fleming y comparen su contenido con las estupideces que se dicen en la saga de Piratas del mar Caribe.

«Soy un caballero y tengo una paloma por corazón, pero conozco algunos marineros que abordaron un bergantín español cargado de nobles castellanos acompañados de sus bellas esposas y… ¿qué es lo que hicieron? ¿Portarse como yo, como un caballero? No. Cortaron a los nobles en rebanadas como pan y los echaron a los tiburones. ¿Y qué es lo que hicieron con las bellas esposas? Después de cortejarlas como se merecían -tú no lo comprendes, muchacho- les cortaron las venas de sus blancos brazos y utilizaron su sangre azul para calentarse el ron».

La piratería ha venido siempre acompañada de cierta mitificación. Todos hemos jugado a piratas y nos hemos disfrazado alguna vez. Pero no hay que olvidar quiénes fueron y quiénes son los piratas. El cine actual nos lleva a un mundo irreal de piratas jóvenes y bien parecidos. La realidad fue otra y, aunque no lo crean, era mucho más atractiva, interesante, fascinante y aterradora que lo que nos venden con actores de moda disfrazados, maquillados y amanerados. Vean la aparición del personaje pirata en el inicio de esta película del año 1934 y comprobarán que el cine contemporáneo, en muchas ocasiones, no hace más que caricaturas baratas y adaptaciones estúpidas.