Encontrarás Dragones

Encontrarás dragones, sapos y culebras. Así es la vida. Estuve en el cine viendo la película de Roland Joffe, el director de La Misión. No tengo ni idea de cine. Los lectores de este blog lo saben. Saben, además, que lo odio un poco, que no soporto que el ruido que produce una puerta al cerrarse sea un estruendo insufrible, ni entiendo los diálogos tontorrones de la mayoría de las películas. Sin embargo, hay que admitir que el cine es el lenguaje que la gente entiende.

Todos los autores y directores dicen siempre la misma frase: “no es una película más sobre la Guerra Civil”. Ya nos sabemos la historia. Estaría bien que solo se hicieran películas sobre la Guerra en los años impares. Así, en los pares, descansaríamos un poco. Hay que señalar que esta película no habla de la guerra en sentido estricto y que tiene la gran virtud de mostrar como culpables a los dos bandos de aquel horrible episodio histórico. El bando republicano sale quizá con un aire más idealista y el nacional más oscuro, pero los dos quedan mal o, mejor dicho, ninguno queda bien.

El personaje del aragonés José María Escrivá y su vida ocupan uno de los ejes temáticos de la cinta, quizá el más importante. Hay que tener en cuenta que la película no refleja la realidad, solo es una visión del director. Sin embargo, muestra aspectos muy interesantes de la vida de una persona cercana en el tiempo y en el espacio al espectador e invita a superar la cortina nebulosa de prejuicios, desinterés y falta de información que suele haber en torno a su figura.

El perdón es, en cualquier caso, el gran tema que se trata en la película. El perdón siempre va acompañado de la culpa. No se debe olvidar que la historia tiene un potente trasfondo religioso. Dicen que vuelve el cine religioso. Yo creo que nunca se ha ido porque, a mi entender, en cierto sentido ‘Matrix’ es cine religioso y ‘Solo ante el peligro’ también lo era porque son obras que se hacen preguntas como ¿quién soy yo? ¿qué me espera después de esta vida? ¿tiene sentido sufrir? ¿por qué debo amar a los demás? Se ha dicho que esta cinta busca exaltar a un líder religioso. Yo añado una idea: ese líder nació en un establo hace dos mil años y, guste o no, sigue dando a mucha gente respuestas a las preguntas que mencionábamos antes.

Lo triste sería no hacerse preguntas, vivir como el ganado pasándolo bien en la medida de lo posible hasta que llegue el final. Bienvenidos sean los que nos ayudan a hacernos preguntas y Roland Joffe las hace, aunque la película no llega ni de lejos a parecerse a aquella obra maestra que fue ‘la Misión’.

El maquillaje del malo de la película cuando está convaleciente es pésimo. Recuerda a Joaquín reyes en sus Celebritis de Muchachada Nui. También resulta curioso que en un peliculón del siglo XXI, uno de los protagonistas se llame Manolo y a nadie le llame la atención. Es un nombre con el glamour de una ortopedia, pero con el realismo de un botijo. Vayan a verla.