Perdónenme, pero voy a decir un pequeño taco, un exabrupto. Esta mañana ha tenido lugar una rueda de prensa del señor Jerónimo Blasco sobre la ordenanza municipal del agua. Al terminar, como siempre, ha habido ronda de preguntas. Algunas sobre el asunto del agua y, después, alguna pregunta más. Ha dicho el señor Blasco que respondería abajo. Los periodistas lo han seguido y, una vez abajo, ha dicho con malos modos: ¿ahora qué cojones queréis? Yo le voy a responder al señor Blasco desde aquí con seis cosas que queremos, es decir con tres pares de cojones:
Primero, queremos políticos educados, que no escondan tras el enfado cotidiano su falta de ganas, entusiasmo, formación, información o lo que sea. Ya vale de asustabecarios.
Segundo, queremos que se nos trate con respeto cuando hacemos nuestro trabajo y que si no se va a responder, se diga con educación. Preguntar no debe ser nunca una ofensa. Recibir preguntas de periodistas es el trabajo normal de un gestor político.
Tercero, queremos que los políticos no se crean una clase especial o unos elegidos diferentes al resto y que no estén obsesionados y complacidos con la idea del poder.
Cuarto, queremos que las ruedas de prensa sean ruedas de prensa, no el dictado de un general.
Quinto, queremos que los políticos recuerden la labor de servicio que desempeñan.
Sexto, queremos que los políticos hablen de la crisis siempre y de las soluciones y sacrificios que vamos a tener que tomar. Es tiempo de sacrificio, parece que está claro. También lo es de exigencia. Al que no le guste, que se vaya.