Insultos como los de antes

Ya no se insulta como antes. Se denomina insulto a cualquier palabra que sea utilizada por el emisor con la intención de lastimar u ofender a otro individuo, por lo tanto, entramos en las aguas de la subjetividad. «Usted me insulta diciendo eso», se escucha de vez en cuando. Pero ya no se insulta con estilo. Para insultar bien no sirven los siguientes asuntos: sexualidad, progenitores, apariencia, discapacidades físicas, capacidades mentales, poder adquisitivo o razo y procedencia. Si quitamos estos aspectos, es donde el buen insultador brilla. Los políticos siempre dicen lo mismo: «el conjunto de la ciudadanía». No tienen imaginación y son los únicos con permiso para insultar un poco sin que se les pidan cuentas por ello. Por eso, ya nos podemos olvidar de escuchar insultos artísticos. Ya no se insulta como antes.