El otro día, en una cena, escuché este comentario: «Los americanos prefieren a un negro que a una mujer, pero, además, prefieren a un viejo que a un negro, así que está claro quién será el presidente de los EEUU». Me he planteado si era conveniente o no repetirlo y, al final, aunque es políticamente incorrecto, me parece sumamente interesante. ¿Será cierto eso que escuché y que suena tan animal? ¿Será cierto que los parámetros que rigen la elección del emperador del mundo son tan rudimentarios?
No nos corresponde responder por ahora a esas preguntas. Sí podemos hacer dos reflexiones:
–Primera: los políticos americanos trabajan mucho y se lo toman en serio. La elección de Obama ha sido comparable a una gira de los Rolling Stones. Habrá que tomar ejemplo.
-Segunda: los eslogans políticos -no sé muy bien por qué- funcionan. Su contenido, cada vez más, pasa a un segundo plano. Y otra de propina ya que hablamos de eslogans: es curioso que la frasecita de Obama y la que utiliza el grupo Prisa para jalear a la selección española sea la misma. Me pregunto… ¿Será una coincidencia?