Voy por la calle a toda prisa. Tengo que ir a un sitio para que me vean y volver a mi agujero. Así es la vida. Lo entiendo. Independencia es un hervidero de Zaragozanos que caminan. Odio el golpeteo entre molesto y sensual de las sandalias. Quien inventó la palabra chancleta merece morir. Muera pues. La feria del libro está a punto de ser clausurada en la plaza de Santa Engracia. Los grandes santones de la literatura están por ahí. Qué sabrán ellos de libros si no hacen más que presentarlos. Veo a Vita y veo a Antón. Vita me ve, Antón, no. Le digo a Vita que tengo prisa, que sobrevivo poco a poco y que cuando entreviste a Antón le advierta de que si dice las palabras «textura» e «imaginario», el tiempo se parará en Zaragoza y es muy probable que haya una terrible tormenta de gazpacho.