Nota de despedida de una empresa a Facebook1 (1)
Cuando el amor se agota lo mejor es dejarlo. Ya no me cuidas. Ya no me fascinas. No me sorprendes. Me diste un escaparate nuevo y divertido, Yo te di…
El blog de Juan Luis Saldaña
Cuando el amor se agota lo mejor es dejarlo. Ya no me cuidas. Ya no me fascinas. No me sorprendes. Me diste un escaparate nuevo y divertido, Yo te di…
Entré en Bimba y Lola a comprar un libro de partituras para mi zambomba. Dos perritos deprimentes se acercaron a olisquearme. La dependienta me dijo: -Perdónelos, están muy nerviosos. Mañana…
Entré en Carolina Herrera a comprar una alfombrilla para mi ratón. -Estos productos selectos suelen ser muy exclusivos -me dijo la bellísima vendedora y sentí como si ella fuera una…
Entré en Tous con una escopeta de caza de cañón doble. -Buenos días. Quiero cazar un oso para alimentar a mi familia con sus entrañas y fabricar un abrigo para…
Entré en Lefties buscando la belleza. Como no la encontraba, pregunté a una empleada. -Dicen algunos poetas que la belleza es la manifestación estética de la verdad. Busque en aquellas…
Entré en Martín Martín a comprar gominolas gominolas. Mientras avanzaba por el interior del establecimiento, un intenso olor salobre entró por mis narices y me golpeó el cerebro. De pronto,…
Entré en Burguer King silbando el himno de Riego. Pedí juguetes, papeles y pegatinas. A cambio, me dieron una comida apestosa y una bebida hecha a base de agua y…
Entré en Chanel a comprar pescado. Salí de Chanel con un anzuelo, una caña de pescar dorada, una espátula para pescado de acero inoxidable y una silla plegable.
Entré en H&M buscando la verdad. Un tipo pijo me dijo que no sabía dónde estaba, que buscara en los probadores. Le hice caso. Una señorita me dijo que no…
Entré en Purificación García. De pronto, el elegante local se convirtió en un corral y la bellísima dependienta en una señora de pueblo con delantal. Me miró y gritó con…
Entré en Panishop tarareando una cancioncilla infantil. -¿Qué desea? -A usted, por ejemplo. -¿Perdone? -Quiero saladitos. Muchos saladitos. Quizá, todos los que tenga. -De acuerdo. -Los saladitos son el principio…
Entré en Sephora pensando en la misión trascendental de la hache intercalada. Tenía sed y comencé a beber el líquido que había dentro de los innumerables botes de colorines que…
Entré en Springfield a robar perchas. Un equipo de «Aragoneses en Springfield» me abordó. -¿Qué echas de menos? -El jamón. -¿Piensas volver a tu tierra? -No. Al terminar mi intervención…
Entré en VIPS. Me quemé a lo Bonzo. Salí de VIPS con un vale para diez sesiones de limpieza facial y una tarjeta cliente. Lee aquí todas las alienaciones de…
Entré en Stradivarius con una pistola y la cara cubierta como un bandolero. -Manos arriba. La bolsa o la vida. Salí de Stradivarius asustado. Había cincuenta y cuatro personas dentro…
Entré en Massimo Dutti. Una señorita se acercó a mí. -¿Puedo ayudarle? -No. Solo estoy mirando. Salí de Massimo Dutti. Entré en Massimo Dutti. La misma señorita se me acercó:…
Entré en Pull & Bear con mi chimpancé Rodrigo. Le compré unos pantalones, una gorra, unas zapatillas y una sudadera con capucha. Fui a pagar. -No se permite la entrada…
Entré en Mango con una bomba atada a la cintura y un detonador en mi mano. Salí de Mango con una camiseta del Ché Guevara, unas zapatillas con el símbolo…
La cristalera de Starbucks decía “entra”. Entré. Me senté en un sillón grande. Me sentí a gusto. Me sentí importante.Me dormí. La cafeína no pudo conmigo. Desperté. Quise salir de…
Entré en Dunkin Donuts. Salí de Dunkin Donuts. El dinosaurio se comió mis rosquillas. Entré en Dunkin Donuts. Salí de Dunkin Donuts. Un miliciano me pidió comida. Entré en Dunkin…