En un despacho del Paseo Independencia, alguien rie con maldad y aprieta su puño pensando en acabar con el superhéroe local zaragozano. Es el capitán Arcega, alguien que se siente maltratado por su ciudad al no ser elegido como superhéroe local.
-Esto no quedará así. Acabaré con Superandoni y, después, controlaré la ciudad. Luego, si no tengo partida de petanca y me cuadra la agenda, dominaré un ratico el mundo.
El capitán Arcega detesta a Belloch Julbe y quiere empezar a sembrar el terror en la nueva casa consistorial donde el alcalde pasa las mañanas: la carpa del ternasco. El supervillano tiene un plan, pero antes se va a echar un bocata al calamar bravo.
-Con mucho picante, por favor.
Mientras, Superandoni echa un tute en el Bar el Ángel de las Fuentes con su nuevo ayudante. Él no sabe lo que sucede en la calle Cinco de Marzo.