La verdad es que no le faltaba gracia ni algo de razón al político en cuestión. La construcción mueve mucho dinero. El tiempo demuestra que una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos es la vivienda y que los políticos, legislatura tras legislatura, no saben dar soluciones al problema del ladrillo.
El pasado fin de semana, se han producido manifestaciones en toda España pidiendo una vivienda digna y con precios accesibles, es decir, una vivienda más barata. La dignidad es otra cosa. En estas manifestaciones, los jóvenes y los no tan jóvenes han sacado a la calle su creatividad con carteles tan ingeniosos como el de “Cambio riñón derecho por cuarto izquierda”. Es cierto. Los pisos valen un riñón.
¿Bajarán los precios alguna vez?
En España tenemos muy arraigada la costumbre de ser propietarios. Por ello, todos nos hipotecamos hasta las cejas y los bancos hacen su agosto. En otros países a la gente no le importa vivir de alquiler. Aquí seguimos la máxima de “una vida, una casa” y, si no nos compramos una vivienda, parece que hemos fracasado.
No nos queda otra que exigir a los políticos que dejen algunos asuntos que solo les interesan a ellos y presten un poco de atención a los problemas de verdad.
Estos políticos aragoneses, que poca riqueza de vocabulario. Y es que cualquiera se compra un piso. La máxima aspiración de algunos era tener un buen plan de jubilación. Ahora el sueño es poder llegar a fin de mes con tu VPO y tu sueldo de mileurista. Los poíticos quiebran la sociedad y nosotros a tragar…