Se suele decir que el padre es esa persona que se idolatra hasta los 10 años, se ignora hasta los 20, se soporta hasta los 30, se comprende a los 40 y se admira y se quiere a los 50, cuando, por cierto, ya suele ser demasiado tarde. Dicen también que el padre es una de las personas más necesitadas.
Ahora los padres tienen que adaptarse a la modernidad. Ya no son esas personas autoritarias a las que hay que llevarles las zapatillas a cuadros. Ahora les toca pringar en la casa y no es malo.
Detrás del barullo, de las corbatas y de las colonias, de los GPS que ahora por lo visto se venden mucho, está una persona que, a diferencia del resto, te quiere por que sí y no por lo que tienes o vales. Eso es importante en esta sociedad de números y resultados.
Cuentan que un directivo de una gran cadena de televisión española estaba jugando al dominó en su pueblo con tres habitantes del pueblo. El directivo se quejaba de que no tenía momentos como ese a lo largo del día.
Uno de ellos le dijo
¿Tienes mucho dinero verdad?
-Sí- respondió.
-Pues compra tiempo- le dijo.
Eso es, tal vez, lo que necesitan unos y otros, padres e hijos. Tiempo.
El mejor regalo.
Yo ya le admiro y le quiero… Aunque también le soporto un poco!:)