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Resulta sorprendente enterarse de que han condenado a un asesino a más de 1000 años de cárcel. Sin ir más lejos, sucedió ayer con dos etarras. Es sorprendente porque cuando el ciudadano de a pie lo escucha se siente estafado al comprobar que el máximo plazo de cumplimiento de penas, salvo alguna excepción, es de 20 años.
Entonces, la noticia pasa a ser de sorprendente a indignante. Más aún, cuando la opinión pública está muy soliviantada con los problemas de reincidencia de muchos delincuentes. Habría que empezar a pedir a las autoridades judiciales y a los medios de comunicación una mayor actitud didáctica para que todos entendamos –hay mucho que entender- que una persona a la que le caen mil años, estará en la calle dentro de diez.
Entonces, la noticia pasa a ser de sorprendente a indignante. Más aún, cuando la opinión pública está muy soliviantada con los problemas de reincidencia de muchos delincuentes. Habría que empezar a pedir a las autoridades judiciales y a los medios de comunicación una mayor actitud didáctica para que todos entendamos –hay mucho que entender- que una persona a la que le caen mil años, estará en la calle dentro de diez.
Es igual para los delitos de terrorismo que para el resto? No decían que en éstas condenas no se gozaban de beneficios penitenciarios?