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Empiezan a verse claras las fisuras en las bases ideológicas de la Expo 2008. Así lo ha hecho constar en una entrevista a Heraldo el ex presidente de Expo Zaragoza 2008, Roque Gistau al que debemos agradecer su sinceridad. Dice que no queda nada o casi nada de la Tribuna del Agua. Belloch le ha contestado hoy al salir del II Seminario de Municipalismo Democrático que le parece extraño que diga eso y que los frutos de este tipo de asuntos llegan a muy largo plazo.

Roque Gistau se va desencantado porque ha comprobado que  a los políticos no les interesan tanto las buenas ideas para cambiar el mundo como el ladrillo y la obra pública, que es una forma más rápida de cambio. El senador Atarés ha mandado hoy un recado al Gobierno de Aragón pidiendo que salga a rendir cuentas de la Expo. Dice que Belloch y Marcelino han tratado a la Expo con desidia y que no puede ser que la Expo quede en un montón de inversión y nada más. Nos engañamos o nos engañan. Hoy mismo, en el mismo foro de antes, Belloch ha dicho que fue un error no hacer pisos en la Expo y que quiere que eso no se repita en Floralia. Las grandes ideas aguantan más que los edificios. Cuando el mundo cambia, los grandes hombres que lo hicieron posible suelen estar muertos. Eso no pasa con los edificios.

Un comentario en «Lo que queda de la Expo 2008»

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