Se acaba de presentar el nuevo billete de 5 euros en el que aparece una diosa griega. Se da la paradoja de que Grecia está como está. Se habla del color, la seguridad y demás asuntos que resultan interesantes y pintorescos.
Dejo links a Expansión y BBC que resumen la cobertura informativa del hecho con el corta pega generalizado de todos los medios en el que se convirtió hace tiempo la información en internet.
Mi impresión es que el billete de cinco euros no es demasiado útil actualmente y que su valor real se ajustaría más a una moneda. En España tuvimos una moneda de quinientas pesetas que funcionaba bien. Si la buena marcha de la economía depende del crecimiento, resulta lógico que el billete se quede pequeño y se adapte mejor la moneda.
Una moneda de cinco euros sería muy útil en cafeterías, supermercados y tiendas y es posible que fomentara el consumo ya que su circulación sería más alegre en la economía de pequeña escala.
En Francia se ha hecho alguna propuesta al respecto. Señalan que la moneda es más duradera y más barata a largo plazo.
Por ahora, se han hecho monedas de cinco euros conmemorativas que cuestan treinta euros, lo que supone dar duros a treinta pesetas, algo poco rentable.
Por cierto, ya se están haciendo chistes con el asunto del parecido entre la diosa griega y el Ecce Homo de Borja. Los tontos no se cansan nunca.