Los políticos hacen gestos raros. Siempre ha sido así, pero últimamente ocurre más. Juntan las manos con una terrible falta de naturalidad. Hacen gestos extraños y, cada vez más, se les ve el gesto falso en la cara. No sé si me pasa solo a mí, pero la vacuidad del discurso, el vacío que a veces defienden, parece que se traslada a su lenguaje gestual. ¿Han visto a alguien que no sea político juntar las manos de un modo tan extraño? ¿De dónde vendrá esto? Tienen las poses estudiadas. Los gestos, las caras. Tienen el pelo teñido –ellos también- y la barba o el bigote. Ellas cambian de modelitos como si fueran unas colegialas en el paso del ecuador. Los asesores de imagen parece que tienen las ideas muy claras. En realidad, no hacen más que fabricar clones y esconder personas.
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