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Todos los años, incansable y repetitivo, con la puntualidad de una estación meteorológica vuelve a la actualidad de Aragón el dichoso asunto del trasvase. Todos los años, con el tesón incansable de un martillo pilón, vuelven los catalanes y valencianos a pedir el agua. Todos los años, con la cabezonería de una mula, los aragoneses nos ponemos en guardia y comenzamos a repetir lo de siempre: nos quitan lo nuestro.  Y yo me pregunto, ¿quién tiene la razón? ¿Es nuestra el agua por el hecho de pasar por aquí? ¿Qué ha pasado en esta tierra para que nombrar el trasvase sea peor que mentarle a alguien sus muertos? ¿Por qué nadie trata de estudiar y explicar el asunto del trasvase con algo de rigor? ¿Por qué todos barremos para casa y nadie está dispuesto a ceder? En la Expo nos decían que habíamos vivido de espaldas al Ebro. Tenían razón, estábamos vigilando por si venían a llevárselo.

4 comentarios en «El trasvase otra vez»
  1. Ha sido usted muy caritativo denominando al cachondeo de la pintura del puente de hierro «pan pa los pollos». Realmente, después del compadreo que dio fin a la polémica con amenazas de juicio de la reforma del seminario, tras el expolio de la reconstrucción de ese monumento al panem et circenses del estadio de La Romareda y con el aplazamiento voluntas adminicula de la expo-nabo, que pregunten esta gilipollez, ofende. Pero ofende mucho más que la gente responderá, claro que lo hará. ¡Socorro!

  2. Un trasvase es una solución decimonónica. Que inviertan en desaladoras, por ejemplo. Ese agua la consideramos nuestra (quizá por error) por la misma razón que los catalanes y los valencianos consideran suya el agua que baña la playa (quizá también por error) y obtienen beneficio de ella. Y a los aragoneses nos cabrea que quieran hacer el trasvase porque nos resulta muy evidente que ellos han invertido el agua en macrourbanizaciones de lujo, campos de golf y parques temáticos, todo destinado al turismo, al igual que el urbanismo desbocado en la costa, y resulta que ahora no tienen para regar. Es sabido que el propio Julio Iglesias retiró una inversión millonaria que tenía prevista para una urbanización de esas y no sé qué más, cuando supo que el PP había perdido las elecciones. Y nosotros decimos: «Queréis chocolate y merendar, y todo no se puede. Tendríais que haber previsto que nos íbamos a dar cuenta de la jeta y que nos íbamos a negar». Y encima no aprenden: siguen votando al PP.

  3. El problema es que segun quien pida el agua se tira de demagogia y muevo a miles de personas; pero si lo pide el de siempre, todo son «respetos» y tonterias. Lamentable lo de este tío. A ver si cuando se acabe la legislatura se va a vivir con sus amigos a Barcelona.

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