¿Si no ganan la liga será un fracaso? ¿Si se pierde el partido será un fracaso? ¿Si pasa esto será un fracaso? Es una pregunta de moda. Sobre todo para deportistas. Los periodistas han cogido la manía curiosa de hacer siempre esa pregunta absurda por el fracaso. Pero lo que más me llama la atención es que el deportista de turno siempre responde diciendo que no, que no ganar lo que sea no sería un fracaso. Para ellos nada es un fracaso. Se equivocan. Las personas fracasamos unas veinte veces al día. Las cosas no nos salen como habíamos planeado, no damos la talla, nos enfadamos, respondemos mal. El fracaso está presente en nuestras vidas en la misma o mayor proporción que el éxito. Del fracaso se aprende mucho. Del éxito, menos. Pero en esta vida queda muy mal reconocer que se ha fracasado. La palabra no gusta. La expresión “miedo al fracaso” está muy extendida. Pero no nos engañemos, fracasar para los humanos es casi como respirar.
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Chapeau.
El problema es cuando fracasas y fracasas y sigues fracasando. Vamos, que 20 veces al día pueden ser desesperantes si no hay al menos un pequeño triunfo. Y en los tiempos que corren… ¿qué es triunfar? ¿salir en las portadas de ciertas revistas o simplemente conseguir llegar a fin de mes?.