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No sé por qué a los políticos les interesa cada vez más el territorio y menos las personas. Cada vez hablan más del planeta y menos de los habitantes, más del equipo y menos del individuo. Interesa más hacer piña en torno al terruño que ponerse de acuerdo en alguna idea que merezca la pena. De esto están convencidos unos y otros, por lo visto. Los de izquierdas y los de derechas. Lo llaman «discurso territorial» y saben muy bien que funciona. Por eso, a veces, casi sin darse cuenta, faltan al respeto al ciudadano de a pie que no entiende de grandes motivaciones nacionales si no tiene cubiertas sus necesidades primarias. Eso le ha pasado al PSOE, entre otras cosas, cuando en alguno de sus vídeos atacó a los votantes del partido rival. No hay que atacar al votante, sino al candidato. Si no lo tienes claro, te sale el tiro por la culata.

12 comentarios en «El discurso territorial»
  1. La campaña del PSOE fue denigrante para muchos millones de votantes de PP, prueva más que suficiente de la verdadera calaña de quienes no gobiernan, les salio el tiro por la culata, menos mal.

  2. Hay muchas personas a las que es más fácil motivar y tocarles la fibra cuando se habla de grandes empresas y de grandes conceptos, como «patria», «identidad nacional», «derecho a la vida», etc. A mí la campaña del PSOE no me gustó, aunque en el fondo piense que hay mucha gente reaccionaria y ultraconservadora que vota al PP (ojo, otros muchos votantes del PP no son así), pero efectivamente es un error mayúsculo cargar contra el votante y no contra el adversario político.

    En cuanto a sentirse denigrado, hombre, yo no diría tanto. En mi caso la sensación se parece más a indignación, y la experimento más crudamente cuando veo casos Gürtel, Fabra y tesoreros, y sin embargo ninguna reacción por parte de los otrora defensores de la transparencia y la lucha contra la corrupción.

  3. En primer lugar, ¿te das cuenta de que, en el fondo, la actitud de estos partidos roza lo totalitario? Se fijan en la masa y acusan de bárbaros a los que votan en su contra. «O estás conmigo (PP o PSOE), o estás contra mí» (PSOE o PP).

    Y en segundo lugar, los partidos políticos como vía de acceso a unas elecciones. ¿Para cuándo listas abiertas? Dan mayor poder al votante y no alienan a los políticos a seguir, sí o sí, a su líder. Seguro que muchos miembros del PSOE sintieron vergüenza de los vídeos de su propio partido.

    ¡Salud!

  4. Javier, insultar al votante es un error, qué duda cabe.
    Nani, me gusta tu comentario. Me gustaría que me definieras el concepto de «reaccionario». Es algo que siempre me he preguntado.
    Alejandro, me consta que miembros de partidos políticos con muchos años de trabajo se avergüenzan al mirar a Madrid. Pero así es la vida.

  5. Maquinista, me voy a lo fácil, es decir, la definición de la RAE:

    – REACCIONARIO:

    1. adj. Que propende a restablecer lo abolido.

    2. adj. Opuesto a las innovaciones.

    3. adj. Perteneciente o relativo a la reacción (tendencia tradicionalista en lo político).

    Ejemplos históricos: las mujeres no tienen alma, nunca la han tenido; la Tierra es plana; mire usted Galileo, el sol y el resto de planetas giran en torno a la Tierra, siempre ha sido así; ¿quiénes se creen estos darwinistas para afirmar que el hombre desciende del mono? El hombre es creación divina, ¡por Dios!; ¿República? Ni hablar, hay que reinstaurar la monarquía; voto femenino no, ¿qué será lo próximo, que puedan firmar un contrato sin el permiso de su padre o de su marido?; «con Franco se vivía mejor»; divorcio no, etc. hasta llegar a la investigación con células madre, al odio al inmigrante («que se vuelvan a su país») o el derecho a la eutanasia.

  6. En mi opinión, reaccionario es quien no atiende razones, quien no hace uso de la palabra o que, en caso de hacerlo, siempre la emplea en forma de sofismo y palabrería.

    Reaccionarios hay en todas partes y en todas las tendencias, de izquierdas y de derechas, y apostaría que todos nosotros lo seremos en algún instante de nuestra vida. Dios, Buda y Obama no lo quieran.

  7. Mientras alguien diga «ellos hacen tal, mientras que nosotros…» o «nosotros somos cual, ellos son tal» y se dedique a dicotomizar/manipular, seguiremos enfrentados por cosas que nos afectan en la vida real en un 2% como mucho.

  8. Maquinista, no te lo tomes a mal, por favor. Una vez oí a Paco Rabal decir que «todos esos que dicen que las derechas y las izquierdas ya no existen, esos, son todos de derechas». En cuanto a la respuesta a tu pregunta, has hecho que me estruje las neuronas para buscar las palabras apropiadas, y te lo agradezco: en términos globales, sí, considero que ser reaccionario es una conducta «natural» en los conservadores. Es decir, en mi cabeza, ser ultraconservador y reaccionario son conceptos casi sinónimos.

    Ahora bien, si por ser «conservador» entendemos simplemente «ser de derechas», no siempre es así. Para mí, ser reaccionario está por encima de ideologías políticas. Por ejemplo, hoy día, un comunista cubano, ante la posibilidad de que caiga el castrismo probablemente actuará como un reaccionario. O yo mismo, ante un golpe de Estado en España quizá lucharía por conservar el régimen democrático. O mejor, me escondería debajo de la cama.

    Sin embargo, si luchase lo haría llevado por la idea de que en democracia se puede avanzar en la transformación de la sociedad, mientras que el golpista quizá lo sería por pensar que la democracia nos lleva al desastre, y que nada debió cambiar hace 30 años. En esta hipótesis él, y no yo, sería el retrógrado.

  9. Bajo mi punto de vista, y generalizando, un conservador se aferra a una conducta social que ha gozado de tiempo suficiente para asentarse, aunque esa misma conducta fuera rechazada en su día por otro conservador, 100 años atrás por ejemplo. Por el contrario, un progresista (como sinónimo de no-conservador) puede defender lo ya conseguido (en el ámbito que sea, científico, tecnológico, político, social, económico… siempre que sea para mejorar la condición humana) y seguir peleando por instaurar costumbres sociales( o por mejorar un régimen) por las que igualmente habría luchado otro progresista de hace un siglo.

    Por otro lado, políticamente y desde mi perspectiva, ser de derechas es tener miedo POR lo que existe, no vaya a ser que el orden establecido pueda ser destruido por peligrosos experimentos sociales. Por el contrario, ¿ser de izquierdas es tener miedo DE lo que existe, pues TODO cambio es preferible a las condiciones actuales? Yo no lo creo así. Pero hay que tener el espíritu crítico (con la situación actual y con los cambios propuestos)y el ánimo predispuesto a los cambios, y defenderlos si crees que son para bien.

    Gracias de nuevo y un saludo.

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