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Está ya casi hecho. El viernes que viene el consejo de ministros derogará el decreto ley del trasvase. Lo hará porque ha llovido mucho. Me quedo con esta conclusión: los políticos aragoneses venderán humo y tendrán el valor de decir que no se ha hecho el trasvase gracias a ellos. No será cierto, aunque acabará siendo la verdad política. Lo cierto, lo único cierto es que no se ha hecho el trasvase gracias al cielo. Tal cual se lo digo.

Pero, no nos engañemos, la política es el arte de hablar a los tontos. Los tontos se creerán lo que los políticos digan y la derogación del trasvase de la tubería será, al final, mérito de los de siempre.

La verdad será otra y algunos seguiremos recordándola. Porque si es verdad eso de que la política es el arte de hablar a los tontos, también es cierto que nosotros -estoy casi seguro- no somos tontos.

4 comentarios en «El arte de hablar a los tontos»
  1. Suscribo tu articulo por completo. Hace unas semanas el trasvase era necesario, ahora ya no. Esto muestra una incompetencia y estupidez en los políticos que cualquier insulto se quedaría corto. No solo por su imbecilidad, sino porque a los ciudadanos nos han tomado por tontos. Se cree el ladrón que todos son de su condición.
    ¿Como es posible que semejante infraestructura de un gasto considerable para el estado era viable y ahora no? Las decisiones de los políticos (todos los partidos políticos sin excepción) no se hacen en favor del ciudadano, sino para ganar votos con el único propósito de seguir ostentando el poder.

  2. El travase se hará; tarde o temprano, se hará. Llueva o no llueva; estén como estén los pantanos: medio llenos o medio vacíos. El trasvase a Barcelona se hará.
    El PSOE se quitó a la Narbona de en medio por algo (del mismo modo que, hace cuatro años, la ministró por algo), y ese algo -todos los sabemos- es su radical antitrasvasismo en política hidráulica.
    Hace muy pocos años, salimos a la calle un millón de personas para defender el agua. Debemos salir cada año, y todos los años que haga falta, ese millón a la calle si no queremos que nos dejen en bragas y en calzoncillos. Ése es el único modo de impedirlo.

  3. Es cierto lo que dice M.Martínez Forega. La única vía que tenemos los ciudadanos para que los políticos no hagan lo que quieran es manifestandonos y aun así no tenemos garantias de que dejen de hacer lo que quieren.
    Esto hace evidente que los ciudadanos tenemos una falta total del control del poder, como en la dictadura. ¿Por qué si no fuimos a Irak a pesar de la opinión popular?. Y que los políticos no hacen lo que nos interesa a los ciudadanos, sino a ellos mismos y a su jefe de partido que es el que les sienta en el puesto que ostentan.
    Creo que si en España hubiera democracia, podríamos quitar del poder a quien no actúa en representación de los ciudadanos.

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