El Tribunal Supremo dijo el otro día que no cabe la objeción de conciencia ante la asignatura Educación para la Ciudadanía. Dicen que las votaciones terminaron 22-7, como un partido de balonmano con un marcador bastante holgado. La ministra Cabrera presentó un vídeo en internet dos días antes de que se conociera la sentencia. Habrá que preguntarle quién le dijo qué o si es adivina. La sentencia dice muchas cosas y nos lleva a reflexionar sobre el problema de la educación en España. En el fondo, es una maría que se puede descafeinar a gusto del profesor. Algo tendrá cuando la maldicen tanto unos y otros la quieren poner obligatoria. La religión no es obligatoria, pero esta especie de doctrina laica sí que lo es. Los que están en contra tienen ahora otra batalla pendiente, además de seguir poniendo recursos. Les toca coger los manuales y enseñar a la opinión pública qué es lo que falla en Educación para la Ciudadanía.
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NO HAY QUE ENSEÑAR LO QUE FALLA EN LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA, HAY QUE ENSEÑAR LO QUE FALLA EN EL SISTEMA DE EDUCACIÓN DE ESPAÑA. VIVIR FUERA TE HACE CONOCER OTRAS CULTURAS Y OTROS SISTEMAS DE EDUCACIÓN, ES DIFÍCIL ENTENDER COMO EN POLONIA TE OBLIGAN A TENER DOS IDIOMAS, (INGLÉS OBLIGATORIO Y OTRO A ELEGIR DE IDIOMAS EUROPEOS), CON UN NIVEL IMPRESIONANTE, ANTES DE IR A LA UNIVERSIDAD. SON IMPORTANTES LOS IDIOMAS, LAS CIENCIAS, LAS LETRAS, PERO EN ESPAÑA NOS PREOCUPA OBLIGAR A NUESTROS HIJOS A ASISTIR A UNA ASIGNATURA CON UNA HORA LECTIVA A LA SEMANA. ESTE ES EL VERDADERO PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA, ESTE Y LOS NACIONALISMOS. SER ANALFABETO EN ESPAÑA ESTÁ DE MODA Y AHORA TIENEN SU ASIGNATURA LEGALIZADA Y OBLIGATORIA. FELICIDADES.
UN SALUDO.
Una asignatura de ese caracter, y que nacio sin consenso entre las partes, sino por imposición del gobierno de turno, ya nació herida de muerte. Este no ha sido mas que el primer aviso.
Es una asignatura inutil, vacia, ideologizante, prescindible, ofensiva para muchos(hay textos lamentables) su calidad depende unicamente de quien la imparta.
Esto lo digo con conocimiento de causa. He tenido que revisar 12 libros de texto, y actualmente la imparto del mejor modo posible.
Como decía aquel «Preferiria no hacerlo»