No sé ustedes, pero yo odio las comidas de negocios. Para comer, lo mejor que hay es estar en tu casita, sin un pesado delante que te quiere vender una moto. Así pensamos todos, pero casi nadie lo dice. Hoy se han reunido Rajoy y Zapatero, José Luis y Mariano. Ha sido a las 11 de la mañana, así que, por lo menos, no han tenido que comer juntos. Los comerciales, cuando te llevan a comer, te sacan el sable en el postre o, peor aún, con la copa y el puro. A Rajoy no le han dejado hablar de dinero en la reunión de hoy y no ha podido sacar nada en claro sobre la crisis. Por lo menos ha habido acuerdos en materia antiterrorista y en asuntos relacionados con el poder judicial.
Estas reuniones, también se parecen a las peticiones de mano en las que el padre de la novia se hace un poco el gallito con el novio y todas esas cosas y, al final, le dice que sí, que si es lo que ella quiere él no lo va a impedir. Hoy Rajoy era el novio y ZP el suegro. Zapatero le ha dado la mano de su hija pero le ha dicho: -Pagas tú.
De la palabra de ZP, JA JA me cuesta creer que lo que pacte lo cumpla, ZP solo cumple sus promesas si le son rentables en termino de votos. Detesto las comidas de negocios, es un insulto a la gastronomía mezclar el arte de del buen yantar con la oficina. Sobre una mesa se conoce la clase y la categoría de una persona. Hablar de negocios delante de un buen vino y unas buenas viandas es de ¡¡¡INCULTOS!!!