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Me manda esto José Luis Aramendía.

Había decidido no comentar mas los temas de los bienes de la “Francha de Ponent” hasta que en el año 2.027 ó 2.050, estuviese terminado el Museo de Barbastro. No he podido contenerme. Los litigios judiciales que proponen los obispos de Barbastro y Lérida rayan en la payasada judicial, pero en la España de hoy todo es posible, que un juez como Garzón, desconfíe de la imparcialidad del Tribunal Supremo o de alguno de sus jueces cuando tiene que ser, el mismo, juzgado. Pero volvamos al tema de los bienes: he comentado muchas veces que los bienes en litigio son propiedad de la Iglesia, una y universal y que puede colocarlos donde quiera, es decir: ni los tribunales civiles, ni mucho menos los personajes que nadan en el mar de la política, tienen gran cosa que opinar en los asuntos referentes a la Iglesia que cuenta con tribunales propios y estatus jurídico propio.

Mas curioso aun, que el hecho de que el Museo Diocesano de Lerida, esté controlado por autoridades civiles, que mucho me temo ningunean al obispo titular, éste no acate las decisiones de El Vaticano convirtiéndose en un obispo cismático castigado con la pena de suspensión ad divinis, equivalente, o mas grave aun, a la pena de excomunión para el común de los mortales.

Punto aparte merecen otros bienes que abandonados a su suerte, como las pinturas de la Sala Capitular del monasterio de Sigena, de las que algún día hablaré, despreciadas y regaladas al museo de Arte Románico de Barcelona, por dejar limpias las paredes; no olvidemos en nuestra Memoria Histórica, que el monasterio estuvo ardiendo tres días y tres noches sin que nadie le echase un pozal de agua por encima, no olvidemos tampoco la fracasada intención de nuestra izquierda, de organizar un museo con los bienes saqueados en las parroquias de la zona Huesca-Barbastro, zona en la no quedó cura vivo, salvo algunos, que en un acto de grandeza que también se da en las guerras, habían sido escondidos en sus casas por alcaldes comunistas, casas que los anarquistas no se atrevieron a registrar. El cambio de poder en la zona, hizo inviable el proyectado museo, pero las obras de arte “confiscadas” no aparecieron jamás.  No me baso en documentos inexistentes, pero si en mis largas conversaciones con don Manuel Iglesias Costa mientras recorríamos la Ribagorza en busca de ermitas o restos románicos, del que no dudo en absoluto. Pero tiempo tendré otro día.

¿Como ha podido la Iglesia llegar a un estado de abandono y dejadez de autoridad, ante unos políticos que probablemente ignoran que las Meninas, es un cuadro de Velazquez ?. Por supuesto que la Iglesia impondrá sus criterios sin mayores daños; situaciones mucho mas graves a vivido con el Cisma de Occidente, la segregación de los Luteranos, la corrupción religiosa de dejo tras de si, la caída del Imperio Carolingio, -buscad en Internet la palabra Marozzia,- la salvaje e irracional persecución que padeció bajo la Revolución Francesa, la Desamortización de Mendizábal, etc. etc. que me hace pensar que quizá Dios, -soy agnóstico, pero no ateo,- les echa un capote cuando la situación es desesperada. Estoy convencido de que los bienes de la “Francha de Ponent” procedentes de Aragón, volverán a Aragón, a no ser, que también Benedicto XVI papa, ceda a la presión de los políticos catalanes y dicte que esas obras se queden en Lérida, dejaría el agnosticismo y posiblemente me haría ateo; pero aun conservo la esperanza de que todo este asunto, quede en una payasada más.                         

Un comentario en «"Bienes de la Franja y payasadas judiciales" por José Luis Aramendía»

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