Un día alguien me sugirió que la música de mi banda era mediocre. Antes, alguien me había dicho con ironía que tocaba el bajo como un oso. Lo pensé y me di cuenta de que tenían razón: yo era un músico muy malo. Tenía un problema y una gran ventaja. El problema se podía matizar con trabajo y la ventaja me colocaba muy por delante de los demás, porque casi todos eran igual de malos que yo, pero ellos no lo sabían porque nadie se lo había dicho nunca. Algunos, por cierto, siguen todavía por ahí creyendo que cada día escriben una página de una especie de antología de la música universal. ¿A dónde quiero llegar? A que nos falta autocrítica en todos los aspectos y en especial en el cultural. No existe la música aragonesa, ni la poesía aragonesa, ni la literatura, el arte o el cine aragonés. Existe el artista universal. Lo demás son subgéneros en busca de subvención y palmeros. Estas actividades no están mal y son muy dignas, pero necesitan exigencia y eso, por lo general, solo se encuentra lejos de la casa de uno, donde no le pasarán la mano por el lomo diciéndole lo guapo que es. Una crítica que te pone verde es oro puro. No es una faena. Hay que saber recibir críticas y, cuando toque, hay que esforzarse en ofrecerlas porque, aunque parezca raro, es más fácil alabar y dejar contento al otro que decirle que puede mejorar y jugarse la simpatía o incluso la amistad. Ya que hemos hablado de música, sigamos con ella. Es especialmente divertido contemplar cómo, de vez en cuando, algunos músicos de éxito de Aragón, que se han tenido que marchar de su ciudad para poder cumplir sus sueños, tienen que aguantar al político de turno decir que esta tierra es cuna de grandes artistas. Tonterías. La verdadera cuna del artista es el trabajo, la exigencia y el talento.
Califica este artículo.
[Total: 1 Average: 5]
La autocrítica creo que no es excesivamente buena. Te pongo un ejemplo : Yo escribo un artículo, lo entiendo perfectamente y además pienso que lo he hecho de maravilla, ya que yo se lo que quiero trasmitir.
Sin embargo lo leen otras personas y seguramente opinarán de manera distinta, algunos no sabrán a que me estoy refiriendo, otros opinarán que escribo sin orden ni concierto, otros…
Si la crítica es constructiva, bienvenida sea, seguro que se mejora mucho.