Llega a mis manos la revista Aragón en Portada. En su portada aparece Eva Amaral. Gato Negro, Dragón Rojo, ya saben. «No miramos lo comercial al seleccionar las canciones», dicen en la entrevista y yo pienso que alguien tiene que decirles esto: Amaral cansa por repetitivo y falto de originalidad. Da la impresión de que han dado con una máquina de hacer canciones y que les funciona muy bien, pero no se salen ni por un momento del patrón establecido.
A un grupo de música que lleva tantísimos discos vendidos habría que exigirle que investigara, que probara nuevas músicas, estilos, ritmos y que se reinvente a sí mismo. De lo contrario, las canciones suenan a rosquillas, a chorizos recién salidos de la capoladora. El single que suena ahora en la radio no puede ser más vulgar y menos original. Es una mezcla de «Marta, Sebas, Guille y los demás», «El universo sobre mí» y alguna otra más. Por cierto, el estribillo del «no, no, no» es infantiloide, digno de canción de guardería. Señores de Amaral: arriesguense, hagan experimentos, viajen, cuéntenoslo ustedes que pueden y si después de eso, venden menos discos, no creo que se muera nadie ni que ustedes dejen de comer. Gracias.
No sé qué canción es pero suena a la de La Ramona, la parte de «Ramonaaaáaa, te quierooooo».
Yo me quedé en el segundo disco de Amaral. Luego se me hace muy quinceañero y muy soft.
Pero dentro de su mercado son de los pocos que hacen cosas suyas.
Alguien debería romperle el corazón y llevarla de viaje por el mundo, a ver si escribe cosas más interesantes.
Vamos a ser sinceros. ¡A mí de siempre me parecen insoportables!. Me aburren y cuando en el coche, por casualidad, los ponen en alguna emisora cambio inmediatamente antes de dormirme al volante. Nunca he comprado sus discos y creo que seguiré así. Salvo que te hagan caso y cambien de estilo. Por cierto el pavo del gorrito es muy gracioso. A mi hermano se le ocurrió pedirles un autógrafo para sus hijas, en el compartimento del «ave» y más o menos les dijo:
– ¿Teneis algo para firmarme un autógrafo? (se intentaba referir a alguna foto o soporte publicitario suyo). Y el afásico del gorro le dijo:
– Sí, las manos… (levantadas y girandolas al mismo tiempo). Ja,ja. Super ocurrente el tío.
Estimado Juan Luis,
Me fascina esta capacidad que tenéis algunos ¿periodistas? de bombardear aquellos objetivos que tanto os costó poner en pie.
Qué pena que el menor atisbo de brillo de algún foráneo sea acicate para convertir la crítica en ensañamiento y, sobre todo, para llegar al juicio de valor.
Pero bueno, hay quien dijo que esta era una «tierra de enanos». Y ya se sabe que con los gigantes no se terminan de llevar bien.
Enhorabuena por tu programa, es lo mejor de la televisión en nuestra comunidad, sin duda.
Un abrazo muy fuerte, estoy deseando repetir el unplugged con el que nos regalaste a nuestro pequeño grupo de colegas.
Arturo.
Efectivamente Arturo, tú amigo Juan Luis NO ES PERIODISTA, y creo que nunca lo será, sin título no hay profesión. Miento, la suya, la de tonto bobalicón, no necesita título.