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No me gustó nada, aunque entiendo que es un cebo perfecto y que gusta mucho a la audiencia. Por ahora, no he escuchado a nadie que se haya atrevido a poner en entredicho el acto del portero Casillas y yo lo voy a hacer. Entiendo la espontaneidad y me gusta. También me parece normal y creo que no tiene mucha importancia, pero me parece una manipulación porque consigue poner a la gente detrás de una causa que no existe, que el propio emisor ha creado. Voy a ordenar los motivos para que quede bien clara mi postura:

1.- Los dos protagonistas del famoso beso han sido manipulados y han «entrado al trapo», aunque en el momento del beso ella pudo hacer bien poco.  ¿Por qué Telecinco sirvió las imágenes frescas al cuarto de hora en su web, en youtube y en todas partes? Para sacar tajada. Iker y Sara fueron ingenuas víctimas de esto o quizá fueran complices.

2.- Con ese beso, Iker y Sara han producido sin saberlo el «efecto exclusiva», es decir, nos lo han «vendido» a toda la audiencia y eso legitima a unas cuantas sabandijas a perseguirlos por las calles con cámaras durante una buena temporada. Ellos se lo han buscado. ¿Por qué no la besó al cerrar la conexión? Ahora son interés general y ya no pueden pedir respeto, privacidad ni espacio. Ya lo verán.

3.- Para los amantes del fútbol, el beso en cuestión no debería resultar trascendente. Me parece absurdo que una historia de hadas de Móstoles se cuele y empañe una final de un mundial.El recuerdo será como la foto de bodas de un hermano con tu exnovia en primera fila.

4.- Si hubiera sido una chica de Televisión Española, la relación se habría llevado en secreto o con muchísima discreción. No se hubiera dado la carnaza que se ha dado. Estas cosas pasan con frecuencia y no se entera nadie. Por eso, el interés de Telecinco en airear la relación y dar cauce al morbo es innegable.

5.- A Casillas le ha venido grande la situación y ha hecho lo que ha podido. Su arranque fue noble, pero ingenuo. No se engañen, el amor es otra cosa. No es una mala película americana con beso y ovación. Los espectadores hemos sido como esas viejecitas que jalean a los enamorados en las comedias románticas y le dicen a ella «béselo de una vez» y a él «corra antes de que coja ese avión o se arrepentirá».

6.- El «efecto rebelión» de Iker es un montaje. En realidad, con ese beso no se rebela contra nada. Intenta vengarse de una serie de sucios comentarios a los que no debería haber prestado ninguna atención y que se producen con frecuencia en la prensa en los más diversos ámbitos.

7.- Me resulta lamentable que Sara Carbonero tenga estas tres razones en estricto orden jerárquico para haber ocupado el papel informativo que ha ocupado: A) estar buena B) ser la novia del portero C) ser una buena profesional. ¿Machismo o demagogia?

El tiempo pondrá las cosas en su sitio. Desde aquí deseo a esa pareja de personas que quieren quererse que los personajes que tan bien han interpretado dejen respirar a las personas. Va a ser muy difícil porque no le importa a casi nadie.

4 comentarios en «A mí no me gustó el beso de Iker y la Carbonero»
  1. A mí tampoco me gustó. Tus razones son buenas. Lo primero que pensé yo fue que él pisó el terreno profesional de ella. Me pareció sobre todo poco serio y poco profesional por parte de él. Muy buen post!

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